¿Es cierto que el tejido muscular se transforma en grasa cuando dejamos de entrenar? Hay una gran cantidad de mitos que circulan entorno al crecimiento muscular. Estoy convencido, de que en más de una ocasión habréis escuchado que la grasa tiene la cualidad de convertirse en músculo y viceversa. Voy a aventurarme a analizar esta información, viendo la veracidad del mismo comprobando hasta qué punto tiene sentido.
¿El músculo se convierte en grasa?
En primer lugar, quiero matizaros que el tejido muscular está hecho de diferentes tipos de células, y no solo está constituido de grasa. Además, las células de tejido muscular no se transforman en tejido graso.
Adicionalmente, cuando una persona tiene una cantidad importante de masa muscular, necesita bastantes calorías para conseguir mantenerlo. Pongamos, que un determinado sujeto necesita 4.000 calorías para conseguir mantener su masa muscular mientras sigue un programa de ejercicios.
Si este sujeto, dejara de entrenar, las necesidades calóricas se verán reducidas. Y es cierto, que perderá masa muscular, por lo que también necesitará una menor cantidad de calorías para mantenerse. La sensación a nivel estética que provoca este hecho es que se vea mas deshinchado por la falta de entrenamiento y por la disminución de líquido intramuscular, por lo que parecerá más flácido.
Si tenemos en cuenta, que sigue consumiendo el mismo número de calorías que anteriormente (cuando todavía entrenaba), ganará peso. Lo que sin lugar a dudas, dará lugar a un incremento de su tejido adiposo. Y es éste el principal motivo por el cual se suele pensar que el músculo, cuando se deja de ejercitar, se transforme en grasa.
Por último, me gustaría hacer un inciso sobre que el músculo tampoco transforma la grasa almacenada en el cuerpo para crear nuevos tejidos. Es cierto, que el músculo se obtiene a partir de un entrenamiento adecuado que ayude a estimularlo.
En este proceso la grasa no es la materia prima a través del cual conseguiremos incrementar nuestro tamaño muscular, sino que se genera a partir de un estímulo que incita a las fibras a crecer y para ello es necesario proteínas, el principal componente del músculo además del agua.
De hecho, las fibras musculares de nuestro cuerpo, están formadas en un 75% por proteínas que obtenemos a partir de la alimentación y son los que más influyen a la hora de crear nuevas fibras musculares (o en su mantenimiento). La grasa y la masa muscular, son dos elementos distintos, teniendo como la única relación que tienen es que las grasas son una importante fuente de energía de nuestro cuerpo, y de ella de donde sacan los músculos la energía para entrenar. Es ésta, otra de las razones por las cuales también se suele asociar la transformación de la grasa en masa muscular.
Por tanto, la próxima vez que os digan que el músculo se transforma en grasa al no entrenarlo, sabréis que es un argumento sin validez.
