El deporte es bueno para todas las personas que lo practican, tanto a nivel psicológico, como a nivel físico. Además, puede resultarnos ser un afición extraordinaria, con la cual lleguemos a disfrutar enormemente. Pero, uno de los riesgos que suele estar asociados a la práctica excesiva del mismo, es el trastorno de la vigorexia. Es un trastorno psicológico que va teniendo cada vez una mayor repercusión en la sociedad a pesar de ser una problemática relativamente reciente y desconocida.
No está reconocido como enfermedad psicológica, dentro de la comunidad médica, pero al igual que en la anorexia, es un problema obsesivo por el cuerpo, distorsionando la imagen del cuerpo. La vigorexia, tampoco es considerada como un trastorno alimentario como la anorexia aunque la alimentación se ve gravemente alterada.
La persona con este trastorno padecen una dismorfia corporal que le lleva a percibirse sin masa muscular, flácida, débil y muy delgada, una imagen de sí mismos muy diferente y contraria a lo que en realidad es, llevándole a sentir un total rechazo por su aspecto físico.
A raíz de todo esto, el sujeto que padece vigorexia, llega a obsesionarse con el deporte, pudiendo llegar a realizar ejercicio físico intenso, como las pesas durante más de 5 horas al día, llevando un control alimenticio excesivo, en especial, consumiendo una cantidad bestial de proteínas.
La cúspide de la pirámide de sus prioridades, la ocupa el mejorar su aspecto físico, pero lo que ocurre es que por más ejercicio físico que hagan, no se van a ver mejores ya que el problema de estos sujetos reside en su autoestima. El culturismo, es uno de los deportes en el cual más comúnmente está relacionado con este tipo de trastorno pero no todo el que realiza esta disciplina tiene vigorexia, sino que la proporción se incrementa.
A continuación, voy a dejaros un listado de posibles síntomas de la vigorexia:
Síntomas de la vigorexia
- Práctica obsesiva y adictiva, sin control y sin importar las condiciones o repercusiones de ejercicio físico.
- Sentimientos de culpabilidad e irritabilidad cuando no pueden realizar ejercicio o cuando alguien les critica dicha actividad. Es decir, pierden su capacidad autocrítica.
- Dichas personas, son incapaces de dejar de entrenar durante un único día. Lo más normal, es verlos muchas horas entrenando.
- Dejan de realizar sus actividades de ocio habituales y de responsabilidad para así seguir concentrados en la práctica de deporte.
- Empiezan a aislarse progresivamente de su ambiente social y familiar. Se vuelven introvertidos y con poco contacto social para dedicarse casi en exclusividad a realizar ejercicio.
- Baja autoestima, teniendo fuertes sentimientos de soledad, fracaso e incomprensión hacia su entorno. De hecho, sea probablemente la causa con más fuerza en la ecuación de la vigorexia, la falta de autoestima.
- Con el tiempo se desarrolla una adicción física a la producción de endorfinas. Esta hormona es producida como analgésico endógeno por el organismo. Cuando los sujetos que practican deporte de manera extrema, su cuerpo produce endorfinas para aliviar el dolor y la sintomatología negativa que se siente, pero a la vez permite que la persona siga realizando más ejercicio cada día. Conforme pasa el tiempo la persona necesita una mayor producción de endorfinas para ir soportando el dolor. De este modo se entra en un círculo adictivo y de necesidad con base biológica.
- La persona va sufriendo numerosos problemas orgánicos y lesiones físicas como consecuencia de una práctica de deporte desmedida. Es frecuente que la persona se sobrecargue de peso, lo que repercute negativamente en los huesos, tendones, músculos y las articulaciones, sobre todo de los miembros inferiores, con desgarros y esguinces.
- La desproporción entre las partes corporales es muy frecuente. Así hay personas con torso y cuello muy voluminosos que hacen que la cabeza se quede pequeña en proporción.
- Las personas que padecen vigorexia, suelen experimentar un desarrollo de posibles trastornos alimenticios como consecuencia de un férreo control sobre lo que comen.
- El uso de productos dopantes, anabolizantes y esteroides es también muy frecuente. Se busca incrementar su rendimiento físico, especialmente a nivel estético, aunque también buscarán ganar fuerza para ganar el afecto de su grupo de pares de entrenamiento.
Conclusiones sobre la vigorexia
Quiero matizar, antes de realizar la conclusión, que voy a realizar una reflexión a nivel personal del tema, por tanto tomadla como tal y no como un dogma inexorable. La vigorexia, es una de las consecuencias que muchas personas padecen a diario a raíz de la sociedad en la que vivimos, en la que nos venden modelos de belleza poco realistas para la mayoría de personas, enconando en ellos el éxito.
Sumado esto, a que para que seamos más vulnerables ante nuestro entorno, veamos como necesario consumir y consumir para tener el éxito. Ésto, provoca que se creen individuos con baja autoestima y que buscan en el exterior el afecto que ellos mismos se niegan a sí mismos.
Es más fácil que alguien compre un cosmético o un suplemento, si cree que lo necesita para ser feliz. No critico que haya gente que lo consuma, de hecho defiendo la libre voluntad del ser humano para elegir lo que quiere hacer con su vida, únicamente digo que no es un sentimiento nacido de su propia voluntad sin viciar. Sería lo ideal, que alguien lo decidiera comprar, porque le gusta emplearlo por mejorar algo su aspecto o por mejorar su rendimiento a nivel físico, pero tampoco siendo para ellos ítems prescindibles.
Como no soy psicólogo, ni poseo el conocimiento supremo sobre nada, os recomiendo que indaguéis y contrastéis lo que os digo. De hecho, os recomiendo la siguiente web, donde hablan con más rigor sobre este tipo de cuestiones, empleando un lenguaje bastante llano y comprensible. Espero que la disfrutéis: