Realmente, lo que quiero sintetizar en este artículo, es un poco todo lo que hemos ido analizando en profundidad en gran parte del contenido que hemos sacado en la web. Responder a la pregunta de cuál es la mejor rutina de ejercicios, no es algo que se pueda hacer categóricamente, ya que es una pregunta llena de matices.
En primer lugar, hay algo que tenemos que saber antes cuál es la la mejor rutina de ejercicios, y es elegir el objetivo que queremos conseguir. Una rutina para perder peso, no tiene nada que ver con una rutina para ganar masa muscular, y por tanto hay muchos modelos que son óptimos para conseguir dichos resultados. Pero no por ello, ninguna de ellas es mejor o peor que las demás.
Por tanto, para saber cuál es la mejor rutina de ejercicios, debemos saber qué queremos conseguir y ceñirnos a ese ámbito en concreto. Una vez tengáis fijado vuestro objetivo, debemos pasar a otra pregunta, que es más complicada de responder.
¿Cuál es la mejor metodología de entrenamiento para tal caso? Como bien sabéis, hay diferentes filosofías de entrenamiento que enfocan en el ejercicio de forma muy diferente. Por ejemplo, podemos conseguir ganar fuerza haciendo rutinas de powerlifting o rutinas de ejercicios basada en la calistenia, que son métodos muy, pero que muy diferentes.
Entonces, dentro de cada ámbito, tenemos que tener claro qué tipo de fuerza queremos ganar (para este caso) y con qué recursos contamos para ello. Los recursos disponibles son vitales para la selección de la mejor rutina de ejercicios. No es lo mismo que no tengamos la posibilidad de contar con nada de material, que tener una réplica de gimnasio en casa.
Pero con recursos no sólo me quiero referir a los materiales, sino también a los temporales. No será igual de efectiva una rutina de fuerza máxima para alguien que no trabaje y tenga todo el tiempo del mundo para descansar que para otra persona que tenga mil responsabilidades laborales y familiares. A este último, es seguro que le funcionará mucho mejor y tendrá más éxito con una rutina menos agresiva para su cuerpo.
Otro factor clave es la alimentación. Y con esto no me refiero a alguien que se alimente casi exclusivamente de comida basura en oposición a alguien que coma 100% sano, sino voy a partir de la base de que todos lo hacen correctamente.
Pero, aquí entran en juego cuestiones morales y religiosas, ya que un vegano extremo, que no consuma ni carne, huevo, ni leche, quizá no esté en disposición de afrontar una rutina tan dura como alguien que pueda comer lo que quiera y cuando quiera.
Y por último, y tratando de responder a la pregunta de cuál es la mejor rutina de ejercicios, entran los factores biológicos personales. Si algo vengo analizando últimamente, es las tremendas diferencias genéticas y biológicas entre cada individuo, viendo como cosas que les funcionan a unos no tienen porqué funcionarles a otros.
Esto es, lo más complicado de aprender, pues necesita de un proceso de autoaprendizaje propio. Las restantes variables que he introducido, todas están sujetas a nuestras características personales, teniendo cada individuo, necesidades variables en cuanto al consumo de proteínas, estilo de entrenamiento a seguir, capacidad de recuperación y un largo etcétera compuesto por una infinidad de variables.
Lo mejor que podemos hacer es ir aprendiendo a cómo funcionamos. Nuestro cuerpo tiene que ser como una probeta de ensayo, y tenemos que registrar en nuestra bitácora lo que nos está funcionando y aquello que no lo hace. Poco a poco, afilaremos los métodos para conseguir el objetivo deseado hasta dar con la mejor rutina de ejercicios, para ese determinado momento, para nosotros.
