Es altamente posible, que muchos de vosotros/as, hayáis leído o oído el término de entrenamiento metabólico, pues es una de las nuevas modas surgidas en la actualidad, en muchos de los ambientes diferentes.
La realidad, es una metodología de entrenamiento diferente de las muchas que hay en la actualidad, pero que no es de creación reciente, ni mucho menos. Suele ser habitual, que lo que parecen nuevas tendencias, no sea más que un modelo antiguo que se rescata.
El entrenamiento metabólico, es aquel que provoca que después de que hagamos ejercicio la tasa de consumo energética después del entrenamiento se eleve, provocando que quememos más grasa estando en reposo. Esto, lo que a grandes rasgos provoca, es que el metabolismo permanezca acelerado durante más tiempo después de entrenar.
Entrenamiento metabólico – Tipos
Hay diferentes tipologías de entrenamiento metabólico, entre las más famosas las siguientes prácticas deportivas:
Estos, son sistemas de entrenamiento que utilizan una mayor intensidad en un período de tiempo más corto, lo que hace que desencadenemos una respuesta metabólica que nos haga quemar más grasa durante más tiempo, y en especial, después de hacer deporte.
Parece que el entrenamiento metabólico es la respuesta a todos nuestros males, ya que nos ayuda a perder peso y a definirnos, tal y como se promete en mucha de sus vertientes. Pero no es oro todo lo que reluce, ya que no todo son pros, pues este tipo de entrenamiento necesita ser adecuadamente programado para no calcinar masa muscular a una velocidad de vértigo. Además, es importante marcar los días de descanso y comer bien para aguantar estos entrenamientos tan agresivos.
El entrenamiento metabólico, por norma general, se centra en ejercicios compuestos, es decir press de banca, sentadillas, thruster, cargada; en ejercicios explosivos como saltos al cajón, lanzamiento de balón; y todo tipo de prácticas de entrenamiento funcional como la carrera o la natación.
Como veis, el entrenamiento metabólico puede ser muy variado, pero si en algo tiene en común es que la intensidad con la que se realizan los ejercicios debe ser muy elevada. Y no respecto a la intensidad de carga del peso, sino en cuanto al esfuerzo generado, ya que se suele basar en circuitos que se deben realizar en el mínimo de tiempo posible.
