La pirámide alimenticia que luchamos por construir día, tras día y mantener a lo largo de todo el año, empieza a tambalearse a medida que nos introducimos en la relajación vacacional y nos acercamos a la playa y sus temidos chiringuitos.
Sin embargo, y aunque no queramos verlo, la mayoría de sitios de comida recogen en sus cartas de comida propuestas de alimentación saludable: platos frescos, a base de pescado o marisco, a la brasa o al espeto; pollo asado para los carnívoros y ensaladas o parrillada de verduras como guarnición, son algunas de ellas.
Es cierto que tienden a incluir alimentos fritos y rebozados, pero este tipo de comida la podemos consumir dos veces por semana, sin ningún tipo de problema, incluso si estamos empezando a realizar una dieta.
De todos modos, os recomiendo eliminar las patatas fritas con todo posible tipo de aderezo que incluyan, como salsa brava o salsa alioli. Puestos a elegir, escojamos mucho antes unas aceitunas antes, que aunque son una fuente de calorías potente, contienen grasas saludables para nuestro organismo.
Otra buena solución, es recurrir a las sopas de verano, como lo son el gazpacho y salmorejo. Están compuestas de verduras, y son bastante sanas y contienen pocas calorías; aparte de que nos ayudarán a refrescarnos.
Dieta en vacaciones – Evitar el alcohol
Para el postre, tenemos que sr precavidos con no consumir determinados alimentos altos en calorías como helados industriales, por ejemplo. La opción más sana, sin lugar a dudas, son las frutas de temporada como las cerezas o la sandía.
En cuanto a bebidas, tenemos que tratar de alejarnos del alcohol, puesto a que engorda mucho más que cualquier otro tipo de bebida. Si tenemos que elegir dentro del alcohol, podemos optar por una cerveza o tinto de verano.