Tenemos las Navidades a la vuelta de la esquina. Una época, que destaca por juntarnos en familia, y vernos con todos nuestros seres queridos. Realmente, so una fecha que me encanta, pero tienen un problema: al llegar a la segunda semana de enero, siempre peso 3-4 kilos más.
Y no, no es un proceso de ganancia de peso voluntario. De hecho, trato de establecer estrategias para perder peso durante tal proceso. La realidad, es que casi nunca me han funcionado, ha excepción del año pasado. En diciembre de 2015, conseguí bajar de peso.
Fue la primera vez en mi vida, que conseguí adelgazar tras las Navidades. Y, ¿cómo lo conseguí? pues os voy a echar una mano, con estos consejos que a mí me sirvieron. Son básicos, pero efectivos y no pasa ninguno por recortar a mitad las calorías que consumía.
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Frutos secos: Elevados en calorías, pero efectivos para perder peso
Tenemos en nuestra cabeza, que los frutos secos, se tratan de un alimento malo para perder peso. Pero más lejos de la realidad, nos aportan nutrientes excepcionales. La cuestión es, que deberemos controlar la ingesta, y no tomar muchos.
Debido a que son alimentos con muchas calorías, las cantidades que tomaremos serán en puñados. De esta manera, dotarán a nuestro cuerpo de poderosos nutrientes. Y, además, saciarán nuestro apetito.
Así, lo que conseguiremos, es evitar atracones. Con tomar un pequeño puñado de nueces a media mañana y en la merienda, tendremos un buen aporte de grasas de gran calidad.
El cortisol, bajo control
Deberemos vigilar el cortisol. Una gran cantidad de personas, se tiran largas horas realizando cardio, sin resultado. De hecho, lo que ésto provocará es que elevemos nuestro cortisol. Y será contraproducente con nuestros objetivos, pues nuestro cuerpo se volverá más eficiente acumulando grasa.
Otro factor que eleva la cantidad de cortisol, es el estrés. Largas jornadas de trabajo, y las responsabilidades familiares, provocan que estemos nerviosos durante todo el día. Lo que ocasionará, es que elevemos el porcentaje de grasa, y nos cueste más ganar masa muscular.
El tercero de los factores que eleva el cortisol, es la falta de sueño. Cuando no damos al cuerpo el desanso que necesita, se produce lo mismo: se eleva el cortisol. Así, cualquier plan para perder peso que emprendamos, será mucho más costoso y difícil de afrontar.
Gestionar las comidas
Sin duda, es la estrategia que mejor me funcionó. Cambié drásticamente los hábitos alimenticios por la mañana, ya que empecé un mes de ayuno. Me tiraba 4 horas desde que me levantaba, sin tomar ningún tipo de alimento. Salvo, un café solo.
A las 2 horas de levantarme, salía a trotar a la calle. El ritmo que llevaba, era muy suave, pues la idea era quemar grasa y no músculo. El cardio en ayunas, tal y como explico en este artículo, es especialmente útil a la hora de perder peso y grasa localizada.
Es importante, que graduemos la intensidad. De lo contrario, quemaremos masa muscular y no tanta grasa. Veréis como perder peso es más fácil de lo que parece si adoptamos la estrategia adecuada.