El estancamiento físico, es uno de los problemas que más preocupan a muchos de los aficionados al deporte. Con el fin de ver las mejoras a nivel muscular o a nivel físico funcional, debemos estar dispuestos a trabajar duro, siendo así de forma constante a lo largo de nuestra vida deportiva.
El cuerpo tiene que experimentar una cantidad progresiva de la sobrecarga o el estrés (más de lo que ha experimentado en sesiones de ejercicio anteriores), con el fin de adaptarse y hacerse más fuerte.
Atletas aficionados, sin metas específicas en mente otras que hacer deporte por diversión, no necesitan realmente entrenar con un nivel de exigencia grande. Pero cualquier persona que esté buscando superar la media de lo que los restantes atletas están buscando, deben sobrepasar su zona de confort.
Si todo va bien, las adaptaciones deseadas se llevarán a cabo sin un exceso de acumulación de estrés. Pero algunos corredores, acaban por no conseguir mejorar a consecuencia de que no son capaces de encontrar una solución a conseguir romper la meseta de estancamiento físico en la que se encuentran.
Realmente, hay una gran cantidad de posibilidades por las que hayamos podido entrar en estancamiento físico. Variables como las obligaciones familiares y laborales, preocupaciones financieras, la mala alimentación, la falta de sueño, y problemas con la pareja, a menudo pasan desapercibidos hasta que acaba por producirse una disminución en el rendimiento físico.
Consejos para romper el estancamiento físico
1. Poner las cosas en perspectiva: sería fácil adoptar una mentalidad derrotista en este momento. Cuando hemos trabajado tan duro, y las ganancias no llegan, es una gran decepción tener que tomar la determinación de dar un par de pasos hacia atrás. Pero tomarse un minuto para centrarse en reducir factores negativos como la fatiga y el estrés, establece una buena base para conseguir mejorar de forma sostenible en el futuro.
2. Identificar todos los factores estresantes: Reducir o eliminar los que están dentro de nuestro control.
3. Tomar algún día extra de descanso después de los entrenamientos más duros: Trataremos de conseguir una recuperación total después de haber llevado a nuestro cuerpo al límite. Permita que su cuerpo más tiempo para recuperarse y desestresarse.
4. Reducir el volumen y/o intensidad de nuestro entrenamiento: Hagamos esto hasta que nuestro cuerpo alcance un nivel de recuperación donde se sienta lo suficientemente bien como para volver a añadir carga de trabajo. Llegado al momento de nuestra puesta a punto, notaremos mejores sensaciones a la hora de entrenar.
5. Medidas Futuras: Deberemos aprender de nuestros errores y mantener un registro del entrenamiento la próxima vez que iniciemos un ciclo de entrenamiento.
